En el corazón de La Rioja, tierra de vinos por excelencia, se encuentra Logroño, una ciudad que cada año se transforma en un vibrante escenario de celebración durante las Fiestas de la Vendimia. Esta festividad, conocida como San Mateo, tiene su punto culminante en uno de los actos más esperados y simbólicos: el pisado de la uva.
Una Tradición con Historia
El pisado de la uva es una práctica ancestral que nos transporta a tiempos en los que la elaboración del vino era un arte comunitario, donde las familias y amigos se reunían para trabajar juntos en la producción del vino nuevo. En Logroño, esta tradición se ha preservado y adaptado, convirtiéndose en un evento que no solo honra el pasado, sino que también celebra la cultura y la identidad de la región.
La Fiesta Comienza
Cada septiembre, la ciudad de Logroño se viste de gala para recibir a miles de visitantes que llegan ansiosos por ser parte de esta experiencia única. Las calles se llenan de colores, música y alegría, mientras se ultiman los preparativos para el gran evento. Los viticultores de la región traen las mejores uvas de sus viñedos, listas para ser pisadas, y se construye un escenario que recuerda a las tradicionales bodegas riojanas.
El Acto del Pisado
El momento culminante llega con el pisado de la uva, un acto cargado de simbolismo y emoción. Dos jóvenes vestidos con trajes tradicionales riojanos suben al lagar, un recipiente grande de madera, donde descalzos y al ritmo de la música comienzan a pisar las uvas. Este ritual, además de ser un homenaje a los antepasados, es el primer paso en la elaboración del mosto que se convertirá en vino, el alma de La Rioja.
Un Vínculo con la Tierra
El pisado de la uva en Logroño no es solo una atracción turística, es una manifestación de amor y respeto por la tierra y sus frutos. Es un recordatorio de que detrás de cada botella de vino hay una historia de esfuerzo, dedicación y pasión. Los habitantes de Logroño, orgullosos de su herencia vinícola, comparten con los visitantes no solo el vino, sino también la esencia misma de su cultura.
Vivir el pisado de la uva en Logroño es más que presenciar una tradición, es sumergirse en una experiencia sensorial que despierta todos los sentidos. Es sentir la textura de las uvas bajo los pies, oler el aroma dulce del mosto recién exprimido, escuchar las risas y canciones que llenan el aire, ver los colores vibrantes de las fiestas y, por supuesto, saborear el vino que es el resultado final de todo este proceso. En Logroño, el pasado y el presente se entrelazan en un abrazo de celebración, haciendo del pisado de la uva un evento inolvidable.